Maestras y maestros de Guanajuato, transformadores sociales (cuarto de una serie)
• El docente tiene que ser una persona con formación permanente, reflexivo de su práctica profesional, que conozca a sus alumnos: Maestra Celina García
El maestro que se prepara continuamente, mantiene su curiosidad de lectura, planea para conducir a su alumno a una mejora constante y no olvida inculcar nuevos valores a sus estudiantes, se convierte en un agente social de cambio para bien de la sociedad, afirma convencida la maestra Gabriela Celina García Romero, con más de 40 años de servicio magisterial.
Gabriela Celina García Romero nació en Guanajuato capital. Estudió la carrera en la Normal Superior de Guanajuato, además de la licenciatura en Historia por la Universidad de Guanajuato, Maestría en Investigación Educativa en la Universidad de Guanajuato, y Maestría en Pedagogía en la Universidad Pedagógica de Ajusco.
“Mi mamá era maestra y ejerció hasta que se casó; pero de niña yo era muy enfermiza de las anginas, por lo que ella me daba clases particulares cuando no asistía a la escuela. De la admiración a mi madre en los primeros años surgió la idea de ser maestra”, indicó.
El Maestro, consideró, tiene que ser una persona con formación permanente, inmerso en nuevas lecturas, reflexivo de su práctica profesional, que conozca a sus alumnos y el contexto en el que se desempeña, ser democrático en la teoría y en la práctica, planear y utilizar estrategias para encauzar al estudiante, además de evaluar constantemente para saber las áreas de oportunidad y las fortalezas de nuestros estudiantes.
El placer por estar en el proceso de enseñanza, puntualizó, es más que una actividad, es un proceso de responsabilidad.