Guanajuato, Guanajuato. 28 de agosto del 2019.- El Gobierno del Estado de Guanajuato por medio de la Secretaría de Salud, cuenta con los hospitales generales de León, Valle de Santiago, Irapuato, Acámbaro, Celaya y San Miguel de Allende como unidades médicas ancla para la implementación del Código Cerebro.
Guanajuato cuenta en total con 46 salas de choque, 75 médicos capacitados en ACLS y BLS, área de laboratorio, así como 6 unidades con tomógrafo que refuerzan el programa integral de Código Cerebro.
La Secretaría de Salud informa que esta es una estrategia que pretende establecer los criterios de evaluación, diagnóstico y envío de pacientes desde las Unidades médicas de primer y segundo nivel a una que cuente con la infraestructura y especialidad con capacidad de otorgar un abordaje integral a los pacientes con enfermedad vascular cerebral.
La prioridad es que todo paciente con Enfermedades Vascular Cerebral (EVC) que llegue al servicio de urgencias cuente con una Tomografía, con la finalidad de iniciar el tratamiento a base de trombólisis en menos de 60 minutos.
Para una persona que sufre un infarto cerebral (embolia), el tiempo que transcurre entre la aparición de los primeros síntomas hasta el momento en que recibe el medicamento adecuado por parte de los servicios médicos es vital. Desafortunadamente, el desconocimiento de la enfermedad puede provocar que el paciente sea atendido cuando ya es demasiado tarde y, en consecuencia, el daño neuronal es irreversible.
En México la EVC constituye la cuarta causa de muerte y es la segunda causa de demencia en adultos solo después del Alzheimer.
Se trata de un padecimiento neurológico que ha ido en aumento debido al envejecimiento de la población y a factores de riesgo como diabetes, tabaquismo, sobrepeso y obesidad, colesterol elevado e hipertensión arterial.
Es por eso que esta enfermedad precisa de un tratamiento proporcionado por equipos de atención especializada en el área de Urgencias de hospitales públicos y privados.
Aproximadamente, la mitad de quienes sobreviven a esta condición quedan con un mayor o menor grado de incapacidad funcional y un tercio de ellos precisa ayuda de cuidadores para realizar sus actividades básicas.