Guanajuato, Gto., a 08 marzo de 2025.- En uno de los Centros Penitenciarios de Guanajuato, un muro blanco se ha convertido en testigo de una historia que se repite este día en todo el mundo. Una mariposa parece haberse posado sobre la pared. No está sola: cientos de ellas forman un par de alas inmensas, como si esperaran el momento justo para alzar el vuelo.
Y frente a ellas, una mujer vestida de naranja levanta el puño. No hay gritos. No hay discursos encendidos. Solo ese gesto. Silencioso, contundente. Como un eco de todas las mujeres que, dentro y fuera, siguen de pie.
El Día Internacional de la Mujer es un día para hacer memoria de la lucha por la igualdad, de los derechos conquistados y de los que aún faltan. Un día que nació en 1910, cuando un grupo de mujeres de 17 países se reunió en Dinamarca con una convicción: el voto femenino debía ser universal y la voz de las mujeres no podía seguir siendo ignorada.
En los Centros Penitenciarios estatales con población femenil -Guanajuato, León y Valle de Santiago- esta conmemoración se vivió como un espacio de reflexión y reafirmación. Porque en estos lugares también hay historias de lucha. También hay mujeres que no han renunciado a sí mismas.
El morado cubrió el día. No solo en los muros, en los listones o en los carteles elaborados con paciencia por las propias mujeres privadas de la libertad, sino en la intención de cada actividad. En colaboración con el Instituto de las Mujeres Guanajuatenses (IMUG), se realizaron conferencias como “Claves para el liderazgo femenino”, una charla diseñada para fortalecer la autonomía, la toma de decisiones y la construcción de un futuro con nuevas oportunidades.
Para la población varonil, la jornada también significó un espacio de aprendizaje. En los Centros Penitenciarios de Guanajuato y León, se impartió la plática “Generando nuevas formas de expresar la masculinidad”; además, se realizaron charlas y talleres sobre temas de igualdad y combate a la discriminación, así como estereotipos socialmente aprendidos contra los derechos civiles de toda mujer.
Pero no fueron solo palabras. En los Centros Penitenciarios de Valle de Santiago, Guanajuato y León, las mujeres participaron en actividades lúdicas y deportivas que promovieron el compañerismo y el trabajo conjunto, como complemento al reconocimiento de la importancia, fuerza y valor de las mujeres.
A lo largo del día, los centros penitenciarios se tiñeron de morado. Más que un color, fue un mensaje de justicia, dignidad e igualdad de derechos. La sensibilización del Sistema Penitenciario del Estado de Guanajuato que forma parte de la Secretaría de Seguridad y Paz respecto a esta conmemoración es un compromiso institucional y una responsabilidad que se refleja en el reconocimiento de cada colaboradora, visitante y mujer privada de la libertad como titular de derechos y agente de cambio.
La tarde cae. El sol se refleja en los listones morados que cubren sus muñecas. Cinco mujeres se sientan frente al mural. La escultura de cartón con el 8M junto a ellas parece pequeña en comparación con la imagen que han construido con sus cuerpos: puños en alto, miradas fijas al frente que observan mariposas volar en libertad. No hay discursos ni consignas, pero tampoco hacen falta. En el silencio, en la firmeza de sus gestos, está todo lo que este día significa.
Porque la reinserción no se trata solo un proceso legal, es un acto de reconstrucción. Porque nadie puede devolver el tiempo, pero todas pueden decidir qué hacer con el que viene.