León, Gto., 19 de noviembre de 2021.- Durante este segundo día de actividades del Octavo Congreso Internacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, “Política Criminal y Seguridad Humana hacia una Visión Integral, Científica y Aplicada”, Karina García Reyes, la Doctora en Ciencia Política de la Universidad de Bristol, investigadora y consultora en temas de seguridad, violencia del narcotráfico y crimen organizado, expuso la ponencia “Narcotráfico y Violencias, Hacia Una Comprensión Integral del Fenómeno”
En su intervención realizada de manera virtual, la doctora García Reyes, relacionó el tema de la violencia con el narcotráfico, ya que se debe tener una compresión integral para encontrar alternativas y perspectivas desde diferentes disciplinas.
La Doctora Karina, mencionó que realizó una investigación entre octubre del año 2014 y enero del 2015, en un estado del norte del México, con trabajo de campo a través de 33 personas con edades entre los 18 y 34 años de edad, con el objetivo primordial de cumplimentar estudios cuantitativos de personas más propensas y vulnerables a ser víctimas del narcotráfico.
Dentro la investigación, Karina García Reyes, analizó que estas personas identifican y entienden la violencia del narcotráfico en cuatro dimensiones:
Además, dijo que mientras exista una demanda de la violencia ligada al narcotráfico para generar riqueza, el asesinato, la tortura y el secuestro, seguirá siendo parte de negocio.
Refirió, que en la investigación se detectó que las condiciones socioeconómicas perpetúan la reproducción de la violencia en el narcotráfico y las ideas que sustentan esta situación son: pobreza, género y violencia.
Comentó, desde un punto de vista muy personal, en torno a tres puntos a reflexionar sobre el trabajo de la estrategia para combatir la violencia del narco:
Finalmente, dijo que la violencia en el narcotráfico, tiene como fundamento y raíz, el entorno que se da a temprana edad, como la violencia doméstica, consumo de drogas, pandillerismo, por ello se busca redirigir programas y recursos a la prevención de la violencia de género, para empezar a reconstruir el tejido social que esta mu dañado.