Guanajuato, Gto. 11 de junio del 2020.- La Secretaría de Salud de Guanajuato invita a la población a promover, desde el nacimiento, vínculos de confianza entre padres e hijos.
Los primeros años de vida son los más delicados de nuestro desarrollo. en ellos, el niño que recién ha llegado al mundo aprende a conocer su cuerpo, su mente y sus emociones.
Es por ello que la SSG, preocupada por el desarrollo saludable de la población guanajuatense, comparte cómo cuidar el desarrollo emocional de un niño de entre 0 a 3 años.
A la vez que requiere que lo alimenten, un recién nacido requiere que sus padres o tutores puedan servirle de apoyo emocional.
La primera forma en que este apoyo se logra es atendiendo las principales necesidades del bebé, en los tiempos y formas más adecuados. Se trata de que el bebé sepa que puede contar con sus padres para brindarle, no solo el alimento, sino el sostén cuando tiene frío, ansiedad o miedo.
De este modo, la Secretaría de Salud informa que el bebé genera la confianza de que, cuando vuelva a sentirse mal o requiera alimento, puede contar con sus padres.
A su vez, también va generando confianza para cuando necesite alejarse de los mismos. Así, sabrá que lo están cuidando y que, en caso de necesitarlos, no estarán lejos.
En cuanto a la identificación de sus emociones, el bebé requiere que sus padres le enseñen a saber qué es lo que siente.
Así, el bebé va aprendiendo a identificar cuando su malestar es por sueño, hambre, frío, miedo.
Los padres, entonces, son los responsables de enseñarle que, cuando tiene hambre se puede calmar con comida, cuando tiene sueño con dormir, pero también, que cuando tiene ansiedad, miedo o tristeza, el contacto físico y una actitud cálida lo pueden calmar.
En un inicio, logrará calmar las emociones dolorosas con ayuda de sus padres, pero más adelante, irá adquiriendo herramientas para regularlas por sí mismo.
Este primer momento de contacto entre el niño y sus padres adquiere, entonces, una importancia trascendental, porque es a partir de esa primera interacción que el niño va a formar su mundo interno y, en consecuencia, su relación con el mundo exterior.
Si el bebé puede atesorar relaciones de confianza, podrá confiar en sí mismo y en su capacidad frente a los demás. En cambio, si en la primera relación el bebé no genera confianza, su relación con el mundo puede verse afectada.
Lo interesante es que, un adecuado desarrollo emocional es el primer factor que promueve el desarrollo del pensamiento, la interacción social y el desarrollo cerebral. Un cuidado adecuado de los menores, en sus primeros meses de vida, favorecerá un desarrollo saludable en adelante.
En caso de presentar dudas o requerir asistencia, acudir al Centro de Salud más cercano, llamar a la línea 01 800 2900024 para recibir orientación y/o visitar la página http://dinamicamente.mx para acceder al chat en línea o consultar información más detallada.