Celaya, Gto. 11 de octubre de 2024.- En el marco del 64º aniversario de la Escuela Secundaria Técnica ETI 3, se celebró un emotivo evento que reunió a exalumnos de generaciones anteriores y a la comunidad estudiantil actual, reconociendo el legado de la institución. La jornada incluyó presentaciones artísticas, posteriormente, se realizó un recorrido por las instalaciones, culminando en el patio cívico, donde los exalumnos revivieron memorias entrañables de su etapa escolar, reafirmando el orgullo y la historia de la ETI 3.
Para perpetuar esta memorable celebración, los exalumnos pintaron sus manos de blanco y dejaron huella en uno de los muros de la institución, simbolizando su conexión con la escuela y su legado.
Rito Vargas Varela, delegado de la región V, destacó la importancia de este emotivo momento al recordar las experiencias de generaciones pasadas y alentó a los estudiantes actuales, especialmente a los de tercer grado, a superar los retos con el apoyo de su comunidad. Subrayó el éxito de los exalumnos en diversas profesiones como un ejemplo a seguir, resaltando la importancia de la educación y el compromiso social, e hizo un llamado a los estudiantes a no abandonar sus estudios, ofreciendo su apoyo a quienes enfrenten dificultades para que contribuyan positivamente a la sociedad.
Aurelio Nieto Miranda, exalumno de la escuela, generación 1976 – 1979, compartió las dificultades que él y sus padres enfrentaron para él poder ingresar a esta institución. Con determinación, Aurelio destacó que era fundamental para él formar parte de este plantel educativo, ya que buscaba recibir la mejor formación académica posible. Su historia refleja el compromiso y la dedicación que caracterizan a quienes han pasado por esta escuela, resaltando la importancia de la educación en la vida de los estudiantes y sus familias.
“Entrar a esta escuela fue un verdadero reto, una entrega total. Recuerdo lo difícil que era, especialmente para los padres que se formaban durante días para obtener una ficha en la ETI. En épocas de frío y lluvia, las filas eran enormes, llegando hasta el estadio Miguel Alemán en la avenida Irrigación. Mis padres se formaron durante una semana solo para poder obtener la ficha.
Acceder a esta escuela requería esfuerzo y compromiso, ya que era muy demandada. Muchos estudiantes de otras instituciones dejaban sus escuelas para venir aquí. Para mí, ingresar fue un sueño, porque quería alcanzar la excelencia de los maestros que me enseñaron. Al finalizar mis estudios, mi objetivo era convertirme en maestro en esta misma escuela, y lo logré. Estoy feliz de haber dado lo mejor de mí y de haber cumplido mis metas.”
Este día no solo marca un aniversario, sino que también refuerza los lazos entre generaciones y el compromiso de seguir construyendo la historia de la ETI número 3.