San Luis de la Paz, Guanajuato, a 28 de julio de 2020.- Su nombre es Juan Antonio Rodríguez Martínez y es un ejemplo de la inclusión educativa que ofrece la Secretaría de Educación de Guanajuato.
Uno de los días más felices de Toñito, fue cuando recibió una silla de ruedas nueva, creada especialmente para él, gracias a un trabajo colaborativo entre la Secretaría de Educación de Guanajuato, región noreste y la fundación Vamos México.
Misma que le ayuda a desplazarse con facilidad para asistir a la escuela, la primaria “Francisco Villa”, ubicada en la localidad de Cieneguilla del Refugio de San Luis de la Paz, perteneciente a la región Noreste de la Secretaría de Educación de Guanajuato.
Juan Antonio Rodríguez Martínez, tiene10 años y cursará el 5to. grado. El niño posee todas las características de un infante feliz: es alegre, sonríe, se divierte y juega.
Su materia favorita es, matemáticas, “de grande quiero ser arquitecto, para construir escuelas, casas, edificios y oficinas, para ayudar a muchas personas que no pueden hacer muchas cosas, que están como yo”, dijo Toñito.
Aseguró sentirse muy feliz pero que ya quiere regresar a la escuela, extraña a sus maestros, divertirse con sus compañeros y envía un mensaje a la niñez Guanajuatense, “que le echen muchas ganas a la escuela, para que saquen buena calificación y que no batallen mucho”.
En su escuela no es necesario hablar de inclusión, porque es algo que practican a diario.
“Gracias a la silla de ruedas que recibió, se facilitó su movilidad, antes lo cargábamos para incluirlo en actividades, pero era difícil para nosotros y para él”, comentó Ivon Nolasco Barrera, docente encargada de la escuela “Francisco Villa”.
Comentó que, “Tengo el privilegio de conocer a Toñito a partir de que nació. El día que su mamá dio a luz, me platicó que los doctores le daban solo unos días de vida, sin embargo, se aferró y se va a seguir aferrando, es un niño luchador, un milagro de vida que con tenacidad ha desafiado muchos obstáculos. Me siento feliz de verlo crecer, desarrollarse y me llena de alegría saber que sueña en grande y lo que se proponga, lo va a lograr”.
Agregó que “ahora nosotros podemos incluirlo en todas las actividades, académicas, culturales y deportivas, me acuerdo que bailó el trenecito chuchuchu, fue la sensación, en lo cívico él ha dirigido los honores a la bandera, y nos dejó sorprendidos a todos, hemos tenido que adaptar y cambiar actividades para que él participe, cambiamos de futbol a la realización de un huerto, en el cual participó de principio a fin”, dijo.
En el mismo tema de inclusión educativa, Marcos Ontiveros Martínez, maestro de la escuela “Francisco Villa”, explicó que el trabajo de Toñito en el cierre de ciclo escolar 2019-2020 fue muy bueno, “respondió muy bien, entregó trabajos, contestó el cuadernillo de estudio, entregó videos y fotografías de sus actividades en casa. Le gusta mucho el dibujo y las matemáticas, aunque se le complican un poco, pero busca la solución. Estoy sorprendido porque él cada vez adquiere más habilidades, autonomía y seguridad, va mejorando en todos los aspectos”.
Por su parte, Guadalupe Martínez, madre de Toñito, cree que es un milagro a partir de su nacimiento y se convirtió en un guerrero que de forma valiente se aferró con toda su fuerza a la vida.
“Cuando estaba embarazada me dijeron que mi niño no iba a vivir, nació con hidrocefalia.
A través de estas acciones, la SEG, impulsa la inclusión educativa y trabaja para responder a las diferentes necesidades de aprendizaje de las niñas, niños y adolescentes del Estado.