Guanajuato, Gto. 18 de junio 2020.- Con 678 traslados de pacientes con diagnóstico de COVID-19 desde que inició la pandemia el Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato (SSG) trabaja con el máximo de su personal para atender las necesidades de la población que amerite una referencia entre hospitales.
Además, brinda apoyo a otras dependencias del sector público como lo son el IMSS o ISSSTE en caso de requerir ambulancia de soporte avanzado.
El SUEG tiene una plantilla operativa de 42 médicos y 274 técnicos en emergencias médicas distribuidos en 3 Módulos y 10 bases en todo el estado, así como 70 ambulancias.
El modelo de trabajo del Sistema de Urgencias ha marcado la pauta para convertirse en uno de los mejores esquemas de servicios de urgencias del país, en la actualidad cuenta con 290 paramédicos, 45 médicos generales y 4 médicos especialistas.
Cabe recordar que el pasado 2019, el estado de Guanajuato rompió récord de servicios durante el año 2019, con un total de 40 mil 893 traslados terrestres a lo largo y ancho del territorio.
Practicó 46 mil 243 referencias médicas y 34 traslados aéreos de pacientes críticos, así como la capacitación de 3 mil 500 personas en primeros auxilios dentro de su esquema de preparación de técnico en emergencias.
La labor de los paramédicos del SUEG en esta contingencia ha sido reconocida, por el compromiso de personas como Ricardo Orozco Martínez quien es supervisor y por su profesión se contagió de COVID-19 y se recuperó.
Recordó que en un primer momento que no sentía síntomas de COVID-19 en su cuerpo, pero de un momento a otro tuvo dificultades para respirar. Fue entonces cuando regresó a su trabajo en el Hospital General y en el área COVID fue atendido.
Relató que después se hizo la prueba y en un lapso de 48 horas confirmó que tenía coronavirus.
Se le recetó aislamiento domiciliario y cuidados, por lo que con un tratamiento oportuno pudo salir.
Dijo que todos los días le llamaron para conocer su estado de salud bajo un monitoreo de la autoridad sanitaria. Sin embargo, los primeros siete días fueron los más difíciles.
“Los primeros siete días fueron los peores porque sentía dificultad respiratoria y dos días taquicardia, al no tener síntomas, esto no significa que me podía reintegrar a mis actividades normales, o incluso salir de esa, sino que es salir de estos tratamientos. Y se hace una segunda prueba después de 15 días”, agregó.
Y aunque ya está recuperado, pero dijo que eso no significa que pueda andar sin cubrebocas, que ya no siga las medidas sanitarias o que haya generado inmunidad al virus.