Guanajuato, Gto., a 25 de octubre de 2018.- Entre rotundos aplausos se despidió a Ensamble Zephyrus, que se presentó en el Salón del Consejo Universitario como parte de la programación musical de la cuadragésima sexta edición del Festival Internacional Cervantino, mismo que se realiza en colaboración con Gobierno del Estado a través del Instituto Estatal de la Cultura.
Al finalizar, recibieron un reconocimiento por su participación en la fiesta del espíritu, mismo que otorga el gobernador del estado, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo a todos los artistas guanajuatenses que participan en este magno evento cultural que tiene como invitados de honor a la India y Aguascalientes.
Con su programa “Música para seis” interpretado por Laura Gracía (flauta), Héctor Eduardo Fernández Purata (oboe), Heather Millette (clarinete), Michelle Lee Pettit (corno francés), Ariel Rodríguez Samaniego (fagot) e Israel Zárate Esparza (clarinete invitado), hicieron vibrar al público con un repertorio de la destacada obra de compositores del siglo XX.
Iniciaron su presentación con varias piezas de Claude Arrieu, continuó el concierto con algo de con Pavel Haas. Después del intermedio interpretaron el estreno en México titulado “Sexteto para instrumentos de vientos”, de Jean Francaix, y concluyeron con “Juventud, para sexteto de alientos” de Leos Janácek.
En esta segunda parte del concierto se escuchó dos sextetos, es decir, a la formación clásica del quinteto de alientos, se le agregó un segundo clarinete que toca también el clarinete bajo, lo cual reforzó el color grave del ensamble.
El Ensamble Zephyrus está integrado casi en su totalidad por músicos de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG), por iniciativa de su fundador y coordinador Héctor Fernández. Su principal interés ha sido no solo interpretar el vasto repertorio para quinteto de alientos, sino también realizar proyectos escénicos para acercar al público juvenil e infantil a la música de cámara.
Como proyecto ha logrado diversificarse no solo en cuanto repertorio, sino incluso en el ámbito interdisciplinario, al trabajar de manera conjunta con títeres y narración. Tal fue el caso de su programa infantil, que combinó en un mismo espacio la escena y la música en un ambiente lúdico, y con ello demostración de gran interés en formar auditorio para la música de concierto desde su público más joven, con el propósito de preservar y difundir el gusto por las obras de musicales de cámara.