Adulto Mayor en Octubre

La estructura de la población mundial se ha transformado de
manera significativa en las últimas décadas. Entre 1950 y el
2010, la esperanza de vida en todo el mundo ha aumentado de
los 46 a los 68 años y está previsto que para fin de siglo la esperanza
de vida aumente a los 81 años y para entonces será más alto el
número de personas mayores de 60 años que el de los niños.

Este panorama sociodemográfico ha sido el punto de partida para
que las naciones hayan propuesto nuevas políticas y programas en el
sector social, sobre todo con el fin de salvaguardar los derechos
humanos más fundamentales de la población adulta mayor, incluido
el derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud física y
mental, el derecho a no ser sometido a torturas ni a otros tratos
inhumanos o degradantes, el derecho a la igualdad ante la ley y el
derecho a un nivel de vida adecuado y sin discriminación por ningún
motivo.

Así pues, desde 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas
designó el 1 de Octubre como el Día Internacional de las Personas
Mayores, conmemoración que tiene como objetivo reconocer la
contribución de los adultos mayores en el desarrollo económico y
social, concientizar sobre la discriminación de las personas mayores,
llamando la atención sobre los estereotipos e ideas, así como resaltar
las oportunidades y los retos asociados al envejecimiento
demográfico. Para 2017, el tema elegido es “Entrando en el futuro:
Aprovechar el talento, la contribución y la participación de los
mayores”, es decir, enfatizar en la necesidad de potencializar y
aumentar la contribución de las personas mayores en sus familias,
comunidades y sociedades, a través de vías efectivas que garanticen
su participación, teniendo en cuenta sus derechos y preferencias.

En la actualidad, casi 700 millones de personas son mayores de 60
años. Para 2050, se estima que las personas de 60 años o más serán
2 mil millones, esto es, más del 20% de la población mundial. El mayor
y más rápido aumento del número de las personas de edad se
producirá en el mundo en desarrollo, por ejemplo, Asia es la región
con un mayor número de personas de edad, y África se enfrenta, en
proporción, al mayor crecimiento demográfico.

En la actualidad, en la franja de edad de las personas de 60 años o
más, el número de mujeres supera el de hombres en unos 66
millones. Entre las personas con 80 años de edad o más, el número
de mujeres prácticamente duplica al de hombres. Entre las personas
centenarias hay entre cuatro y cinco veces más mujeres que hombres.
En la siguiente gráfica se puede observar que esta condición se
presenta en los 5 continentes.

Esta situación expone la necesidad de prestar mayor atención a las
necesidades particulares de las personas de edad, no solamente por
su condición en el proceso de envejecimiento, sino por los obstáculos
a los que se enfrentan por condiciones de género, raza, educación y
las capacidades físicas, mentales y de desarrollo que en este grupo de
edad son más predominantes.

Adultos Mayores en México
En México, cifras de la Encuesta Intercensal 2015 indican que el
monto de la población de 60 y más años es de 12.4 millones y
representa 10.4% de la población total. En las últimas décadas, este
porcentaje ha ido aumentando y de acuerdo a las proyecciones de
población que estima el Consejo Nacional de Población (CONAPO),
aumentará 14.8% en 2030, lo que significa un monto de 20.4 millones.
Esta tendencia brinda la oportunidad de reflexionar sobre los desafíos
que trae consigo el envejecimiento demográfico y así desarrollar
políticas públicas que mejoren la calidad de vida de las personas que
transitan o transitarán por esta etapa de vida.

Dado que el envejecimiento es un proceso que marca la pérdida
gradual de las capacidades motrices y cognoscitivas, hay cada vez un
mayor número de adultos mayores que llegan a una vejez avanzada y
que necesitan de la familia para cubrir sus necesidades. Además,
como ya se ha expuesto, este grupo de población se enfrentan al

3 Las actividades sobre las que se indaga son: caminar, subir o bajar usando sus
piernas; ver (aunque use lentes); mover o usar brazos o manos; aprender, recordar
o concentrarse; escuchar (aunque use aparato auditivo); bañarse, vestirse o comer;
hablar o comunicarse; así como problemas emocionales o mentales.
menosprecio social debido a entornos familiares y comunitarios, que
los señalan como personas con capacidades limitadas, sin
contribución a la vida social, económica, cultural y política.

Las transferencias económicas forman parte de los apoyos estatales
y de las redes sociales que familiares y amigos realizan a un hogar.
Según datos de la Encuesta Intercensal 2015, del total de hogares
donde vive al menos una persona de 60 y más años: 43.8% recibe
ingresos por programas gubernamentales; en 10.7% el apoyo
proviene de alguien que vive dentro del país; mientras que en 8.2% la
ayuda económica es proporcionada por personas que residen fuera
del país.

En función de su capacidad para desenvolverse en la dinámica social
contemporánea, la población adulta mayor es susceptible a
limitaciones que condicionan su participación más activa. Según las
cifras de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID)
2014, más de tres millones de personas adultas mayores declararon
tener mucha dificultad o no poder hacer alguna de las actividades de
la vida diaria.

Estas son personas con discapacidad y representan
26% del total de la población de 60 y más años, mientras que los
adultos mayores con alguna limitación
representan 36.1% del total
de la población de 60 y más años.

Entre los adultos mayores con alguna discapacidad, según la
información de la Encuesta de la Dinámica Demográfica 2014, en
México la dificultad de caminar, subir o bajar usando sus piernas es
de 64.7%. Sobre los adultos mayores con alguna limitación física, se
tiene que 73 de cada 100 tienen dificultad para ver aún con el uso de
lentes.

Adultos Mayores en Guanajuato
En Guanajuato se estima que la población adulta mayor asciende a
580 mil 767 personas, de las cuales el 46% (258 mil) son hombres y el
54% (299 mil) son mujeres. Según los resultados que arroja el cálculo
del índice de envejecimiento, en el estado de Guanajuato hay 33
personas adultas mayores por cada 100 personas menores de 15
años. Abordando esta situación a nivel municipal, tenemos que el
municipio que presenta el índice de envejecimiento más alto es
Santiago Maravatío, en él hay 74 personas adultas mayores por cada
100 personas menores de 15 años, mientras que Purísima del Rincón,
por el contrario tiene 21 personas adultas mayores por cada 100
menores de 15 años.

La posibilidad de llevar a cabo una actividad o explotar al máximo las
capacidades varía con el tiempo. Las personas adultas mayores llegan
a ver disminuidas sus facultades físicas y en ocasiones, también
mentales, lo cual los deja en una situación de desventaja con respecto
a otras personas. En Guanajuato, según la Encuesta Intercensal 2015,
el 15% de la población de 65 años y más contaba con alguna limitación
física o mental que le impidió trabajar.

El contar con un trabajo o actividad laboral, brinda estabilidad y
autonomía económica a los adultos mayores por lo que es importante
considerar este ámbito al hablar de la población adulta mayor. Sin
embargo, el trabajo no remunerado también es un elemento que
brinda estabilidad emocional y familiar a las personas adultas
mayores. En este sentido se estima que el 60.32% de la población de
65 años y más realiza trabajo no remunerado, el 78% del total de
mujeres y el 39% del total de hombres.

Del total de hombres de 65 años y más que realizan trabajo no
remunerado (69 mil aproximadamente) 7 de cada 10 realiza las
compras para la comida o la limpieza, mientras que 6 de cada 10
participan en la limpieza de la casa y en lavar o planchar la ropa de su
familia al igual que en preparar o servir los alimentos para su familia.

Por su parte, del total de mujeres que realizan trabajo no remunerado
(163 mil aproximadamente), 9 de cada 10 son las responsables de
servir alimentos para su familia, 8 de cada 10, de limpiar su casa, lavar
o planchar la ropa de su familia y 7 de cada 10 en hacer las compras
para la comida o la limpieza.
Aunque tanto en el trabajo remunerado como en el no remunerado
las pérdidas asociadas con la edad, tales como la disminución de la
velocidad de procesamiento de la información o la pérdida de la
capacidad de hacer tareas múltiples, no necesariamente tienen
impactos negativos, porque hasta cierto punto pueden compensarse
con la experiencia de vida y de trabajo de las personas mayores.

Las personas adultas mayores también padecen discriminación al ser
vistos solamente como necesitados de medidas asistenciales,
médicas y de protección social. Es innegable que se requiere de
políticas sociales, para que las personas adultas mayores sean
integradas como sujetos que participan en el desarrollo económico y
social del país. En Guanajuato, el 6.2% de la población adulta mayor
es vulnerable por ingresos, es decir, aproximadamente 35,883
personas. De este total, el 57% no recibe apoyo por programa de
adultos mayores, esto es, aproximadamente 17 mil personas.

Por otra parte, la discriminación por envejecimiento, es un problema
extendido que afecta de manera negativa en la salud y la educación
de las personas mayores. Las actitudes que los ancianos enfrentan a
diario, según el Informe Mundial Sobre el Envejecimiento y la Salud,
realizado por la Organización Mundial de la Salud, también tiene
repercusión en el acceso a los servicios de salud y de asistencia social.
En este sentido en Guanajuato el 12.7% de las personas adultas
mayores, un poco más 70 mil personas no cuentan con acceso a
servicios de salud.

En materia de educación, se estima que del total de adultos mayores
de 65 años y más el 31% son analfabetas, es decir, aproximadamente
120 mil personas. De este total, el 37% son hombres y 63% son
mujeres que no tuvieron el acceso a la educación y que en la
actualidad no saben leer o escribir un recado.

Finalmente, una condición de importancia en el proceso de
envejecimiento es la fractura del equilibrio entre las personas
mayores y su entorno familiar y social, ruptura que da origen a
procesos de marginación y exclusión, siendo éste uno de los factores
más importantes en el deterioro de la salud física y mental del adulto
mayor.

Durante muchos años de la vida las personas se identifican con el rol
social que desarrollan: “Soy ama de casa” o “Soy médico”. “Soy
padre” o “Soy comerciante”. Al llegar el tiempo de la jubilación o ante
la partida de los hijos del hogar, esto cambia y se hace necesario
redimensionar el sentimiento de identidad y la autoestima.
Actualmente las necesidades y demandas de los adultos mayores
asumen categorías superiores ante las cuales las respuestas
tradicionales resultan insuficientes.

Se estima que en Guanajuato del total de adultos mayores, el 44.4%
vive en condiciones de pobreza, el 30% se la población de adultos
mayores es vulnerable por carencias sociales, el 8.3% es vulnerable
por ingresos y sólo el 17.2% de la población es considerada no pobre
y no vulnerable, es decir, tiene las condiciones suficientes para contar
con una vida digna.
Con esto en mente, está claro que es necesario prestar mayor
atención a las necesidades particulares de las personas de edad y los
problemas a que se enfrentan muchas de ellas. No obstante, es
igualmente importante la contribución esencial que la mayoría de los
hombres y las mujeres de edad pueden seguir haciendo al
funcionamiento de la sociedad si se cuenta con las garantías
adecuadas. Los derechos humanos se hallan en la base de todos los
esfuerzos en este sentido.

En el estado se estima que el 74.5% de los adultos mayores tienen al
menos una carencia social y el 11.2% presenta más de tres carencias
sociales. En este sentido, el mayor reto para el estado es en materia
educativa, pues el 60.2% tiene un alto rezago educativo y el 24.8%
tienen carencia por acceso a la seguridad social.

Por tal motivo, el reto para el estado de Guanajuato, contenido en el
Plan Estatal de Desarrollo 2035 respalda firmemente el enfoque
sobre el respeto y promoción de la persona y a sus derechos
humanos, reconocidos por nuestra constitución. En consecuencia, el
desarrollo de las libertades del ser humano se convierte en el eje
rector de la planeación y por tanto, el reto que representa la
erradicación de la discriminación contra el adulto mayor, es un tema
de suma importancia para el desarrollo del estado, con miras a contar
con un entorno que presente las condiciones necesarias para un
Guanajuato pleno, cohesionado y con un alto respeto por los
derechos de sus habitantes.

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