Irapuato, Gto. 24 de julio de 2016.- El pago de bienes con “cheques sin fondos o incobrables” es uno de los delitos que con frecuencia ocurre en la entidad, donde personas se aprovechan de los trámites bancarios para defraudar a personas que, en su mayoría, venden vehículos usados, para ello la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) cuenta con un área especializada que atiende este delito.
La Unidad Especializada en Investigación de Delitos Patrimoniales tiene un equipo multidisciplinario, integrado por agentes del Ministerio Público, peritos, analistas de Información y Agentes de Investigación Criminal, que resuelven este tipo de denuncias, en su mayoría los defraudadores siguen un patrón de conducta o “modus operandi”, que se ha detectado por los especialistas de esta dependencia.
Por ello, la PGJE exhorta a la ciudadanía a tomar en cuenta algunas circunstancias, en caso de que deseen vender bienes muebles o inmuebles, aunque en su mayoría sucede, cuando se trata de la compra-venta de vehículos usados, donde el “cliente” contacta vía internet o telefónica al “vendedor”, a fin de mostrar su interés por adquirir la unidad.
Ostentándose como profesionistas o interesados en cómpralo para algún familiar, por lo general no discuten el precio del vehículo, ni el estado que guarde, poniéndose de acuerdo a fin de que el pago se haga mediante transferencia electrónica a una cuenta de banco, lo cual resulta totalmente falso; incluso, si el “vendedor” no cuenta con ella, le hacen aperturar una cuenta para concretar el trato.
Una vez depositado el dinero, el defraudador pide a su víctima verifique en un cajero automático que sí se hizo el pago, desconociendo que se realizó a través de un cheque, aun y cuando el recibo de depósito en ocasiones cuentan con las siglas o leyenda “SBC (SALVO BUEN COBRO)”, por lo tanto no se puede disponer de forma inmediata del dinero depositado, ya que dicho cheque tiene que pasar por la cámara de compensación bancaria para verificar su autenticidad, si tiene fondos suficientes o si existe algún motivo por el que no deba pagarse (reporte de robo o extravío, falta de coincidencia en las firmas, entre otros), lo cual transcurre en un término de 24 a 48 horas.
Este tiempo es aprovechado para que la víctima entregue al defraudador el vehículo y documentos que acreditan la “legal propiedad”, creyendo que ya se le realizó el pago mediante la transferencia bancaria, dándose cuenta posteriormente que nunca se efectuó tal, porque el cheque depositado es falso, reportado como robado, de cuentas canceladas o sin fondos suficientes.
Bajo esa dinámica, la víctima pierde su vehículo, que en el mayor de los casos es su patrimonio, pues existen ocasiones en la que son recuperados cuando ya han sido comercializados a terceros que lo compran de buena fe, dejando de tal manera el conflicto de propiedad a dos personas víctimas de los mismos defraudadores.
Estos delitos pueden ser denunciados ante cualquier agencia del Ministerio Público, ubicados en los 46 municipios del estado, por lo que es importante conservar documentos que avalan la propiedad del vehículo y los recibos de los falsos pagos; pero sobre todo, que quien venda bienes, tome en cuenta y se cerciore de la autenticidad del pago y confiabilidad de quien se presenta como un “cliente”.