[wzslider autoplay=”true” transition=”‘slide'” lightbox=”true”]León, Gto. Carlos Alberto Barrientos Anda es originario de León, Guanajuato y a sus 27 años formó parte de la edición 23 del intercambio cultural entre México y Japón, luego de resultar ganador de la convocatoria de “Rumbo a Japón 2015” que organizó el Gobierno del Estado a través de Educafin-Sube.
Él es egresado de la Facultad en Derecho de la Universidad de León. Joven entusiasta y comprometido con su carrera y con la sociedad, y quien luego de complicaciones en su salud a causa de enfermedad renal crónica fundó la asociación “Haz renacer vida” que busca dar información a la población sobre la importancia de la donación de órganos y tejidos, así como promover la donación de medicamentos no caducos.
“Fue impresionante ver el tren bala que nos trasladaría a la ciudad de Osaka. El tren era realmente grande y limpio y viajábamos a una velocidad de 300 kilómetros por hora disfrutando de los paisajes que nos regalaba este país”, dijo sobre sus primeras impresiones del viaje.
El recorrido por el Parque Memorial de la Paz, la Cúpula Genbaku y el Museo de la Bomba Atómica en Hiroshima, le permitió reflexionar sobre el daño causado por la guerra, así como de la importancia de construir la paz entre las nacionales. Además, junto a sus compañeros conoció a Hidehiko Yusaki, gobernador de Hiroshima, quien les platicó sobre los lazos de amistad que han construido con Guanajuato, así como el cariño que le tiene a al país por sus tradiciones.
“En nuestro primer día en Tokio visitamos las instalaciones de Reiyukai, que es una de las instituciones que hace posible este viaje. Durante nuestra visita conocimos el templo de Shakaden, que es sede de esta institución y además nos explicaron que actualmente, Reiyukai es una organización multifácetica con centros de actividades en muchas partes del mundo, entre ellos nuestro país, con el objetivo de hacer del mundo un mejor lugar a través del desarrollo de cada individuo”, explicó Carlos Alberto.
Para este joven, el viaje que se realizó del 14 al 23 de noviembre ha sido una experiencia enriquecedora e inolvidable, con la que pudo vivir el sentido de pertenencia de la juventud japonesa con sus país, el cuidado que le dan a cada una de las cosas, el respeto por las costumbres ajenas, la responsabilidad del cuidado del medio ambiente, el equilibrio entre la naturaleza y la modernidad, la corresponsabilidad con los adultos y lo mucho que los jóvenes deben aprender de esta gran nación para poder replicar sus principios y valores en la sociedad guanajuatens
“A quienes después tengan esta oportunidad les digo que la vivan al máximo, investiguen los lugares que conocerán, que hagan lazos de amistad con sus compañeros de viaje y con los jóvenes de Japón, que nunca dejen de sorprenderse y de aprender porque a su regreso tendrán mucho que poner en práctica, pero sobretodo, por más pequeña que sea tu idea para mejorar tu entorno, nunca la abandones porque estás llamado a hacer de tus sueños una forma de vida”, concluyó.