Maestras y maestros de Guanajuato, transformadores sociales (primero de una serie)

El lenguaje de señas, una forma

diferente de conocer el mundo

 

  • Las niñas y niños con discapacidad auditiva, aprenden a decir el nombre de los colores, frutas, verduras y objetos con sus dedos y manos
  • La constancia es la base del éxito; pueden pasar 2 años para dominar la dactilología

Tierra Blanca, Gto.- La maestra Dulce María Pacheco Márquez, enseña a sus alumnos una forma diferente de comunicarse y conocer el mundo: a través del uso y la práctica de la lengua de señas mexicanas, los pequeños con discapacidad auditiva del Centro de Atención Múltiple (CAM) del municipio de Tierra Blanca, ahora son capaces de expresarse y socializar con sus compañeros y familiares.

Ella, es egresada de la Licenciatura en Educación Especial por la Benemérita y Centenaria Escuela Normal Oficial de Guanajuato.

La maestra Dulce, explica que el lenguaje de señas es una herramienta fundamental para las niñas y niños con esta discapacidad, ya que les facilita la comunicación.

“Como ellos no escuchan, llegan a aventarse para darse a entender, entonces se van relegando de la sociedad, los vamos aislando. Aquí en el CAM, les damos esa oportunidad para que en sus escuelas se puedan comunicar con las señas y con sus compañeros de escuela regular”, mencionó.

Sin embargo, el trabajo aún no está completo, la maestra Dulce también tiene que enseñar el lenguaje de señas a las maestras y maestros de escuelas regulares a donde asisten los pequeños, así como a su papás y familiares, con el fin de que puedan aplicar en lenguaje de señas en diversos contextos.

Comenta que a los alumnos con discapacidad auditiva, les cuesta mucho trabajo comprender el concepto de las palabras, por ejemplo, el solo hecho de decir aquí, allá, yo, usted, alguna cosa u objeto, para ellos es difícil.

Por este motivo, es muy importante tener un trabajo constante y un seguimiento muy puntual en la casa y en la escuela, pues aprender a dominar la lengua de señas mexicanas les puede llevar hasta dos años.

“Afortunadamente están pequeños y tienen muchas posibilidades, ahorita por ejemplo, ya llevamos muchos campos semánticos trabajados: animales, verduras, ropa, objetos personales y vestimenta, ya conocen lo básico; la dactilología la manejan perfectamente, el abecedario, los ideogramas, ya estamos avanzando mucho, la constancia es la clave de todo”, enfatizó.

Erróneamente se ha dicho que las personas con discapacidad auditiva son mudas, “como no escuchan, no adquieren el lenguaje de la misma manera que nosotros, porque nosotros lo adquirimos por imitación, y ellos, al no escuchar, se les dificulta. No es que sean mudos, depende de la dificultad que tengan, pueden ser hipoacúsicos en diferentes grados, o definitivamente tener una sordera severa”, detalló la maestra Dulce.

A los pequeños con esta discapacidad, deben practicarles un estudio detallado para identificar su grado de sordera, y dependiendo del diagnóstico, saber qué posibilidades tienen de ser oralizados, y en su caso, también puedan expresarse con su voz; “tenemos cinco alumnos que hablan el lenguaje de señas mexicanas, y que además estamos oralizándolos, los que tienen posibilidades, hay que oralizarlos”, destacó.

Aunque todavía hay mucha labor por hacer, Dulce María, tiene muchas expectativas con sus alumnos, sobre todo que logren incorporarse a la sociedad en su totalidad, incluso que puedan hacer actividades deportivas.

“En Tierra Blanca, hay personas con discapacidad auditiva, estamos pensando incluso en crear una asociación civil, en donde ellos tengan puntos de reunión, actividades, círculos de estudio, que puedan comunicarse, que puedan decir: aquí estamos y también somos parte de esta sociedad, queremos ser entendidos y comunicarnos con ustedes”, expresó.

Reconoció el gran trabajo de los padres de familia, ya que son mamás y papás muy dispuestos, que están interesados en el desarrollo de sus hijos.

“El trabajo con las familias es fundamental, que las familias acepten primero la discapacidad auditiva, vivan con ella, se enseñen entre ellos la lengua de señas, que la apliquen, y que la distribuyan entre sus familiares, porque si no, se pierde todo esto que estamos haciendo, se necesita mucho apoyo y ser constantes”, finalizó.