León, Guanajuato, 09 de mayo de 2025. Al cierre de abril de 2025 un total de 15 mil 925 personas han logrado concluir algún nivel educativo con el Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (INAEBA), siendo 10 mil 439 de secundaria, 5 mil 385 de primaria y 101 de alfabetización.
De dichas cifras un total de 8 mil 15 son mujeres, siendo 5 mil 313 de secundaria, 2 mil 644 de primaria y 58 de superaron el reto de aprender a leer y escribir.
A sus 38 años, Ana Isabel Guevara Flores ha demostrado que no hay barreras cuando la pasión por aprender y servir se convierte en un estilo de vida. Originaria de una comunidad rural, su historia es un ejemplo claro de que cuando una mujer se lo propone, ni la distancia, ni los prejuicios, ni el paso del tiempo pueden detenerla.
“Yo tenía muchas ganas de seguir estudiando”, recuerda Isabel. “Como vivía en un pueblo, en un rancho, muy lejano a donde estaba la secundaria, teníamos que caminar de 30 a 40 minutos. Entonces, me tocó esa parte del machismo, de que nada más estudiaban los hombres y las mujeres se tenían que quedar en casa”.
La llegada del INAEBA a su comunidad fue la chispa que encendió una nueva etapa en su vida. Aprovechó la oportunidad de certificar su secundaria y a partir de ahí, no se detuvo. “Cuando me certifiqué la secundaria con INAEBA, fue quien me abrió las puertas para estar ahorita donde estoy. Terminé después la preparatoria y estando aquí en Centro Fox, como hay un convenio con el INAEBA, me invitaron a ser persona voluntaria”.
Hoy, Isabel estudia la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales en la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato (UVEG), demostrando que el estudio a distancia es una herramienta poderosa para madres como ella, que saben distribuir su tiempo entre la familia, el hogar, la comunidad y sus sueños.
“Me motiva mucho ver personas ya grandes, que tienen entre 60 y 65 años, y que cuando voy a aplicarles examen dicen: ‘¡ay gracias porque vinieron a que yo sacara mi secundaria!’”, comparte emocionada. “Y me motivó, porque digo, no es tarde. Yo tengo 38 años y puedo verlos a ellos y digo: ‘creo que estoy en un buen camino para seguir’. Y más aún para darles ese ejemplo de vida a mis hijos, de que se den cuenta de que nunca es tarde para estudiar”.
Ana Isabel no solo se transformó a sí misma, sino que también decidió ser agente de cambio para quienes viven en situación de rezago educativo. Su labor como Persona Voluntaria Beneficiaria del Subsidio en INAEBA es una extensión de su vocación: ayudar a otros a romper el ciclo del analfabetismo y abrirse a nuevas oportunidades.
Porque las mamás como Isabel no se conforman con beneficiar solo a sus hijos. Lo hacen también con su comunidad, enseñando con el ejemplo que nunca es tarde para comenzar de nuevo.
En el Gobierno de la Gente, encabezado por la gobernadora Libia Dennise García Muños Ledo, celebramos historias como la de Ana Isabel, que nos recuerdan que el corazón de una madre no conoce límites y que el aprendizaje puede florecer en cualquier etapa de la vida.