Este concierto representa, pues, no solo una oferta artística excepcional dentro del Cervantino, sino una experiencia sensorial y cultural: un puente entre memoria ancestral y voz contemporánea. Invitamos al público a sumergirse en esta experiencia sonora que atraviesa símbolos, lenguas y melodías para recordar que nuestras raíces continúan vivas y vibrantes.
León, Guanajuato, 9 de octubre de 2025. En el marco del 53° Festival Internacional Cervantino, la Plaza San Roque (Escenario de la Gente) será escenario de una velada sonora que nos invita a redescubrir nuestras raíces: el domingo a las 17:00 y 19:00 h, los públicos podrán adentrarse en un recorrido musical profundo, cuando se presenten Los Constructores y Ejecutantes de Instrumentos Prehispánicos junto con Kangar Éza’r.
El proyecto de los Constructores y Ejecutantes de Instrumentos Prehispánicos nace en Mineral de Pozos, San Luis de la Paz. Este colectivo produce y ejecuta instrumentos como flautas, tambores, ocarinas y caracoles con técnicas artesanales que rescatan la memoria sonora del México antiguo, recreando atmósferas rituales que trascienden el tiempo. Sus creaciones no solo evocan lo prehispánico, sino que buscan un diálogo vivo entre tradición y contemporaneidad, dándole voz al espíritu de la tierra y del silencio.
A continuación, la energía vibrante de Kangar Éza’r, banda originaria de la Misión de Chichimecas, Guanajuato, tomará el escenario. Su propuesta musical combina el rock con fragmentos en lengua úza’ (ésa’r o chichimeca jonaz), como un acto consciente de reivindicación cultural e identidad. En cada tema brota un canto que, más allá del ritmo, busca fortalecer el orgullo de hablantes y descendientes de la cultura éza’r, incentivando el uso de la lengua y la memoria compartida.
La cultura éza’r —también conocida como chichimeca jonaz— habita históricamente en la región del noreste guanajuatense y San Luis de la Paz, con una lengua vinculada a la familia oto-pame dentro de la filiación lingüística otomangue. En su cosmovisión, el territorio, los astros, los vientos y los elementos naturales se entrelazan como entidades vivas que dialogan con el ser humano en un universo simbólico llamado Úbo’.