De las aulas a los barrios, Guanajuato siembra paz con más de 1.3 millones de personas alcanzadas 

  • Más de un millón de guanajuatenses de los 46 municipios participaron en ferias, talleres y actividades que llevaron la cultura de paz a escuelas, colonias y comunidades. 
  • Con 17 mil 377 actividades en un año, la estrategia CONFIA convirtió patios escolares, canchas y barrios en espacios de convivencia y prevención. 

Guanajuato, Gto., a 09 de octubre de 2025.- Octubre es un mes emblemático para la causa de la paz en el mundo. Cada día 2 de dicho mes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recuerda el legado de Mahatma Gandhi con el Día Internacional de la No Violencia, una fecha para insistir en que los conflictos pueden resolverse con respeto, diálogo y cooperación.   

Ese mensaje global está aterrizando con fuerza en Guanajuato, donde el Gobierno de la Gente ha intensificado esfuerzos para convertir la prevención en camino para sembrar paz.  

En la entidad, la prevención empieza con gestos sencillos. Es un niño que entrega su pistola de juguete y promete no volver a pedirla a Santa Claus, una feria de paz que reúne a las familias en la colonia, un torneo de ajedrez en la cancha del barrio o una plática con docentes sobre cómo hablar de violencia en clase. Son escenas cotidianas que, al sumarse, empiezan a tejer un cambio profundo en la convivencia.  

Como lo ha instruido la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo, la prevención se construye “desde el territorio y no desde el escritorio”. El Gobierno de la Gente trabaja en las aulas, las canchas y las comunidades porque sabe que la paz se edifica hombro a hombro con la ciudadanía.  

La Secretaría de Seguridad y Paz que encabeza Juan Mauro González Martínez, ha redoblado la apuesta por la prevención a través de la estrategia CONFIA (Coordinación Operativa de la Nueva Fuerza de Inteligencia Anticrimen), que hoy articula programas comunitarios y escolares en los 46 municipios de Guanajuato.  

Entre septiembre de 2024 y septiembre de 2025, la Subsecretaría de Prevención desplegó 17 mil 377 actividades, con un impacto directo en más de 1.3 millones de personas en colonias, comunidades y escuelas de toda la entidad. 

El trabajo no es sencillo, pues en los 46 municipios persiste la normalización de la violencia en la vida cotidiana, los videojuegos con contenido violento que pasan inadvertidos, los regalos de cumpleaños que a veces reproducen patrones de agresividad sin que los padres lo noten. La prevención choca con estas inercias, pero también abre señales de esperanza.  

Shayda Rocío Razo Santa Cruz, coordinadora regional en la Zona 4 de la Subsecretaría de Prevención, lo cuenta desde su experiencia en Celaya, Irapuato y Salamanca. 

“Cuando realizamos actividades de intercambio, hay niños que llegan con juguetes bélicos caros y, sin dudar, los entregan. Nos dicen: ‘yo ya no quiero más esto, yo quiero vivir en paz’. Esa decisión, que parece pequeña, es enorme. Nos demuestra que sí podemos cambiar imaginarios desde la infancia”. 

Las cifras dan dimensión al esfuerzo de este primer año de gobierno en Guanajuato: 8 mil 484 actividades de formación con casi medio millón de asistentes, 2 mil 952 acciones de difusión que impactaron a 494 mil personas y más de mil eventos deportivos donde participaron 114 mil jóvenes. A ello se suman actividades culturales, ferias, marchas de paz y sesiones de planeación que consolidan la coordinación con los 46 municipios. 

Pero más allá de los números, el objetivo es cambiar hábitos y valores en los hogares. “La familia es la clave”, insiste Razo. “Si un papá o una mamá compra un juguete bélico, el niño cree que está bien. Lo que necesitamos es que se sumen con nosotros, que den ejemplo, que refuercen el respeto y la tolerancia en casa. Los niños aprenden jugando y ahí empieza la cultura de paz”.  

La apuesta es integral, con vecinas y vecinos que se organizan, docentes que refuerzan valores en las aulas, familias que revisan los videojuegos que consumen sus hijos. La cultura de paz se construye con cooperación, solidaridad y diálogo, como recuerda Razo: “Los mexicanos somos muy solidarios en emergencias como los sismos. Tenemos que recuperar esa misma solidaridad en nuestras familias y colonias para hacerlas más seguras”. 

La prevención es paciente, silenciosa, casi invisible, pero transformadora. Lo demuestra un niño que decide dejar atrás un juguete bélico, una familia que educa en valores, una colonia que se organiza. Esa suma de gestos es lo que Guanajuato convierte en política de estado. 

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