Historias de vida y transformación en el CAM Laboral “Vicente M. Valtierra” de Celaya

·         El CAM Laboral es dirigido para egresados de secundaria

Celaya, Gto., 31 de julio de 2025.- En una cocina que huele a esfuerzo, entusiasmo y sueños nuevos, un joven de 17 años revuelve ingredientes con cuidado y confianza. Se llama Gael Hernández Sánchez, y su lugar favorito en la escuela es el taller de cocina del Centro de Atención Múltiple (CAM) Laboral “Vicente M. Valtierra”, donde cada día aprende a preparar alimentos y, con ello, se construye a sí mismo.

“Me gusta mucho cocinar. Ya me preparo mi desayuno, mi comida y mi cena. Me gusta ayudarle a mi mamá en la cocina. Estoy muy contento porque aquí me enseñan muchas cosas, y tengo amigos”, comparte Gael es parte de un grupo de jóvenes que, a través de la educación práctica, está desarrollando habilidades para la vida cotidiana, la autonomía y la seguridad personal.

Gael no solo ha aprendido a cocinar. También ha aprendido a creer en él. Su madre, Ana Claudia Sánchez Martínez, ha sido testigo de este cambio. “Antes, Gael no se metía a la cocina. Hoy me sorprende. Se prepara sus alimentos. A veces cocina conmigo. Pero lo más bonito es que se ve feliz, se esfuerza mucho y ya no duda de lo que puede hacer”.

Para Ana Claudia, el CAM Laboral ha significado un acompañamiento cercano, no solo para su hijo, sino también para ella como madre. “Yo he aprendido a soltar poco a poco, a dejarlo ser más independiente. Me siento muy orgullosa”.

El CAM Laboral, bajo la dirección de Anabel Hernández, es un modelo educativo enfocado en jóvenes de entre 15 y 22 años con discapacidad que ya concluyeron la secundaria. Aquí, se les brinda formación para la vida y el trabajo mediante talleres como carpintería, cocina, costura y labores de oficina. “Desde que ingresan, hacemos una valoración personalizada para entender qué apoyos necesitan, cuáles son sus intereses, cómo se integran mejor. Luego pasan por varios talleres y eligen aquel donde puedan desarrollarse durante cinco años. Cada uno tiene su ritmo, pero todos avanzan”, explica.

Además de los talleres, los estudiantes participan en torneos deportivos, actividades artísticas y eventos escolares que fortalecen su autoestima y su integración. En el último año, los estudiantes participaron en torneos de fútbol y básquetbol, incluso obteniendo el subcampeonato en un open internacional. También se han integrado a concursos de canto, pintura y ferias de emprendimiento donde comercializan los productos realizados en sus talleres.

Para quienes forman parte del CAM Laboral, el diagnóstico no define a la persona. Aquí, cada joven es visto por sus capacidades, sus intereses y sus sueños. “Tenemos alumnos con discapacidad auditiva, con autismo, con síndrome de Down e hipoacusia, y todos trabajan con pasión. Algunos manejan maquinaria con precisión, otros hacen postres increíbles. Aquí todos pueden”, dice Anabel Hernández.

El trabajo del CAM ha sido reconocido localmente; recientemente fue galardonado con el tercer lugar en el Premio Municipal de Inclusión, lo que valida el esfuerzo conjunto entre docentes, alumnos, familias, autoridades y comunidad.

El testimonio de Ana Claudia, el talento de Gael, la vocación de sus docentes y el compromiso de la SEG son piezas de una misma visión: construir una educación más humana, práctica, incluyente y transformadora.

“Queremos que nuestros alumnos no solo aprendan un oficio, sino que encuentren su lugar en el mundo”, concluye la directora del CAM Laboral. “Y lo más importante: que el mundo esté listo para recibirlos con el respeto y las oportunidades que merecen”.

Entradas recientes