Inicia en Guanajuato Simposio en el Manejo de Accidentes por arácnidos.

  • Presenta hasta 50 mil casos por picaduras de alacrán al año.
  • Recuerdan al maestro Alfredo Luis Chávez Haro, un gigante de la medicina toxicológica, cuya labor fue decisiva para el manejo clínico de las intoxicaciones.

    El secretario de salud, Gabriel Cortés Alcalá inauguró los trabajos de este evento como parte de un espacio de formación, intercambio y reflexión científica que fortalece las capacidades clínicas ante una problemática que afecta de forma significativa a la gente. 

    “En Guanajuato, sabemos que el conocimiento salva vidas. Por ello, en la Secretaría de Salud de nuestro estado, impulsamos la capacitación constante del personal, priorizando el uso de evidencia científica y buenas prácticas clínicas”.

   Refirió que los accidentes por animales ponzoñosos – en especial la picadura de alacrán, representan una prioridad epidemiológica.

    A nivel nacional, se registran más de 200 mil casos anuales, y en Guanajuato, se atienden más de 59,000 casos de intoxicación por picadura de alacrán cada año. 

   Agregó que, dentro del estado, el municipio de León concentra el mayor número de atenciones, lo que obliga a mantenernos en constante actualización para brindar atención oportuna, eficaz y humana. 

    “En el ISAPEG tenemos gente comprometida, que día con día entrega su vocación en favor de la salud pública. Por eso, este simposio representa un esfuerzo por fortalecer nuestras herramientas clínicas, pero también es un espacio de memoria y gratitud”.

   Refrendó que la Gobernadora, Libia Denisse García Muñoz Ledo, ha instruido a seguir fortaleciendo el sistema de salud, con enfoque humano, científico y cercano a las personas. 

     En el evento se reconoció la memoria de Alfredo Luis Chávez Haro, un gigante de la medicina toxicológica, cuya labor fue decisiva para el manejo clínico de las intoxicaciones por picadura de alacrán y accidentes por animales de ponzoña. 

      Cortés Alcalá recordó que el doctor Chávez Haro no solo fue un académico y clínico brillante, sino también un formador de generaciones, un impulsor incansable de la ciencia con sentido humano. 

     Su legado se refleja en miles de vidas salvadas, en protocolos estandarizados y en el personal médico que tuvo el privilegio de aprender de él. 

     “En la Secretaría de Salud de nuestro estado, su nombre y su obra siguen vivos. Su vocación por servir nos inspira, y su legado nos compromete a continuar su camino con integridad, conocimiento y respeto a la vida”.

    Este simposio es un acto de ciencia, pero también de memoria y reconocimiento. 

    Finalizó en que el Gobierno de la Gente, cada vida cuenta, cada profesional importa y cada historia como la del Dr. Chávez Haro recuerda por qué se hacen las cosas.