Educación inclusiva: descubre en la escuela de su hijo, una comunidad de apoyo invaluable

  • “Aprendimos a aceptar y celebrar las diferencias de nuestro hijo autista”.

San Felipe, Gto. 07 de enero de 2025.- En un mundo donde la inclusión todavía es un desafío, historias como la de la familia de Ana Silvia Lara Martínez, madre de un niño con autismo, nos recuerdan que la empatía y el apoyo colectivo pueden transformar vidas.

La señora Silvia comparte con emoción cómo su familia encontró no solo un espacio de aprendizaje, sino también una comunidad en la Red de Apoyo para Padres con Niños con Autismo, impulsada por profesionales comprometidos con la inclusión, de la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER) Carl Rogers. Proyecto que se convirtió en un faro de esperanza en su vida.

“Llegar a un nuevo preescolar no fue fácil; estábamos llenos de miedos e inseguridades”, relata Silvia, al recordar el inicio académico de su pequeño en el Jardín de Niños Paulo Freire. Sin embargo, fue ahí donde su familia descubrió esta red, un espacio que los recibió con los brazos abiertos. Para Silvia y su esposo, la red representó mucho más que una iniciativa, ya que se convirtió en una comunidad que les enseñó a sentirse escuchados, a aceptar a su hijo tal como es y a reconocer lo hermoso y único en él.

A través de talleres, charlas y reuniones, la Red de Apoyo para Padres crea un espacio de aprendizaje y empatía. Silvia explica que en este lugar encontró respuestas a dudas que la agobiaban, compartió experiencias con otros padres y aprendió a enfrentar los retos de la vida cotidiana con mayor fortaleza.

“En la red, entendí que no estamos solos, que hay personas que nos comprenden y se comprometen. Aprendí a no rendirme y a ver lo maravilloso en mi hijo”, asegura Silvia, quien subraya la importancia de sentirse parte de una comunidad.

El impacto de esta red trasciende lo inmediato porque fomenta la unión familiar, fortalece los vínculos con otros padres y deja huellas imborrables en cada participante. La señora Silvia describe con gratitud cómo el proyecto le permitió encontrar esperanza, desahogarse y recibir consejos que la ayudaron a mejorar su relación con su hijo y su entorno familiar.

“Este proyecto creó una hermosa familia, un lazo que nunca se olvidará. Agradezco a quienes tuvieron la visión de crear esta red; gracias por pensar en nosotros y en nuestras necesidades”, concluye Silvia.

La Secretaría de Educación de Guanajuato reafirma su compromiso con la inclusión, apoyando proyectos que, como esta red, transforman vidas y generan comunidades resilientes. Sigamos construyendo un futuro donde todas las niñas y niños puedan ser reconocidos por lo que son: únicos y extraordinarios.

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