Pénjamo, Gto. 31 de julio de 2024.- María del Rosario González Cabrera, licenciada en Educación Física, ha dedicado el último año a enseñar esta disciplina en la primaria Rafael Ramírez, ubicada en su ciudad natal, Pénjamo. Desde temprana edad, María del Rosario sintió una profunda pasión por la educación física, inspirada por sus excelentes maestros durante su formación académica.
A pesar de la oposición inicial de sus padres, quienes no veían con buenos ojos que continuara sus estudios después de la preparatoria, María del Rosario tomó la valiente decisión de presentarse al examen de admisión en la Normal de Educación Física en León. “Mis papás no querían que estudiara, así que me escapé para presentar mi examen,” comenta con orgullo. Tras ser admitida, combinó sus estudios en León con un trabajo de fin de semana en Pénjamo, contando a la postre con el apoyo fundamental de su madre.
Hoy, sus padres están orgullosos de la decisión que tomó y del impacto positivo que tiene en la vida de sus estudiantes. “En el ámbito laboral, la práctica es muy diferente a la teoría. Enfrentarse a situaciones diversas cada día es un reto, pero también es muy satisfactorio contribuir a la formación de los pequeños,” señala María del Rosario. Destaca la importancia del apoyo de los maestros de grupo y de los padres de familia en la educación física, especialmente cuando se trabaja con niños con discapacidad y autismo.
Durante los años de preparatoria, María del Rosario practicó atletismo, disciplina en la que se destacó compitiendo en pruebas de velocidad en 100, 200 y 400 metros. Reconoce que el maestro de educación física es muy querido por sus estudiantes, dejando una huella imborrable en la vida de sus alumnas y alumnos vidas. “Es una carrera muy bonita. Trabajar en la ciudad donde naciste y creciste es muy especial,” afirma.
María del Rosario González Cabrera es un ejemplo de cómo la determinación y la pasión pueden superar cualquier obstáculo, transformando no solo su vida, sino también la de muchas niñas y niños a través de la educación física.
María del Rosario González Cabrera es un ejemplo de cómo la determinación y la pasión pueden superar cualquier obstáculo, transformando no solo su vida, sino también la de muchas niñas y niños a través de la educación física. Con su dedicación, estamos construyendo el mejor sistema educativo de México, asegurando un futuro prometedor para nuestros estudiantes.