Guanajuato, Gto. a 23 de octubre de 2023. En el marco del 51 Festival Internacional Cervantino, el Instituto Estatal de la Cultura, a través del Centro de las Artes de Guanajuato presenta “Tzomplanti y otros huesos” conformada por 118 piezas de más de 40 artistas mayoritariamente guanajuatenses.
En la mesa previa al recorrido de inauguración estuvieron presentes Marisa Andrade como representante de Museos, José Luis Méndez Ortega maestro de grabado en el Centro de las Artes de Guanajuato, así como Humberto Garcés y Blanca Sánchez, expositores.
Andrade explicó que Tzompantli es una palabra que proviene del náhuatl y que significa “fila de calaveras” refiriéndose al sacrificio que se hacía para los dioses. En la cosmovisión mexica Huitzilopochtli era el Dios de la Guerra y del Sol. Así que como el sol muere cada día había que mantenerlo con vida y alimentarlo con sacrificios.
Los mexicas pensaban que como el atardecer se pinta de rojo, era con sangre la forma adecuada de hacerles un ritual. Por ello, organizaban las guerras floridas para capturar guerreros que posteriormente serían los sacrificados. Los cráneos, ya vaciados, eran ensartados en una vara de la empalizada destinada a exhibirlos.
En su cosmología, en el cráneo quedaba una parte del aliento de vida, del tonal o alma de luz y esa energía se transmitía. Por eso los conservaban. Cuando se deterioraban se retiraban y eran esculpidos o representados en relieve.
Por su lado, José Luis Méndez explicó que en el Taller de Grabado en el Centro de las Artes se encontraron muchos huesos debajo del taller cuando fue intervenido el edificio, esto fue una motivación para esta exposición que muestra los claroscuros de la vida, y que contiene obra producida de 2003 al 2012.
Humberto Garces señaló que cada obra es un vaciado de memorias y sucesos así como el reflejo de las diferentes muertes reflejadas en los cráneos. Por último, Blanca Sánchez expresó que aunque el tema de la muerte es algo de lo que nadie quiere hablar esta muestra les permitió interpretar su sentir al respecto y representarla en forma de locura, miedo o vacío.
Es así como esta transición de la vida a la muerte manifiesta una visión mucho más profunda a través de esos 118 cráneos en distintas formas de grabado que los representan enfiestados, remendados, rescatados, empeyotados, remendados, enmascarados, desdentados o con diente de oro.
“Tzompantli y otros huesos” no es una exposición de cráneos simplemente. Cada uno de ellos transmite miedo, esperanza, misterio, horror, colorido o solemnidad, que dejan un mensaje claro: La muerte siempre será más grande que nosotros y de su abrazo nadie escapa. (page)
Llama la atención que las obras se presentan sin fichas de identificación porque a final de cuentas, los cráneos con el paso de los años van perdiendo los datos que los identifican.
La exposición estará abierta al público hasta el 25 de febrero en la sala Gorky González del Museo del Pueblo.