Guanajuato, Guanajuato, 16 de junio de 2022.– Óscar un guanajuatense de 41 años es un súper papá porque gracias a su fuerza de voluntad logró controlar la diabetes que padece y así prevenir futuras complicaciones como la insuficiencia renal, pie diabético, entre otros males.
Su esposa y su pequeño hijo le motivaron a modificar sus hábitos alimenticios porque sabe que de seguir así no podrá llegar a una larga vida que le permita ver a su hijo casarse y realizarse como un ser humano íntegro.
A tal grado fue su disponibilidad para controlar esta enfermedad denominada como crónica que a Óscar ya no fue necesario que se le suministrara la insulina que en la UNEME de León le habían prescrito, superando todas las expectativas de los médicos considerándolo un caso de éxito.
Hace 6 años recibió una primera llama de atención cuando con un peso de 120 kilogramos se sintió mal con la presión alta y mucho cansancio, para entonces le diagnosticaron una pre diabetes, derivado de una vida sedentaria, con un desorden alimenticio y poca actividad física, además del consumo frecuente de refresco y comida chatarra.
“Me dijeron bájale si no vas a tener problemas, eso de prediabético pues no existe realmente pero más bien me quisieron asustar y a lo cual me espanté y empecé a bajar y llegué a los 98 kilos comiendo bien y haciendo ejercicio”.
En aquel entonces decidió “ponerse las pilas” y bajar de peso mediante una dieta saludable y activación física, sin embargo, hace 3 años tuvo un bajón y empezó a perder más peso de manera acelerada, hasta 5 kilogramos en una semana.
Óscar reconoce que comenzó a mal pasarse en sus alimentos en su centro de trabajo y este factor hizo que se empezara a descompensar.
“Yo lo permití porque así estaba acostumbrado y no me pasaba nada, ni me sentía mal, pero sé que por no comer me detonó la diabetes, comía algo hasta las dos de la tarde, por mi trabajo ni tiempo de desayunar”.
Recuerda que ahora con diabetes le dijeron que no debe permitir salir de casa sin comer saludable, incluso en la UNEME le hicieron prometer salir de casa ya desayunado aparte de tener un correcto apego a los medicamentos.
La hemoglobina glucosilada que tenía Oscar era de 10 puntos porcentuales es decir un nivel máximo para empezar a recibir cuanto antes la insulina inyectable. Y qué decir de la glucosa, la traía en 280 puntos cuando un nivel aceptable es de 90 puntos.
“Que ya necesitara insulina fue lo más canijo que me ha pasado en la vida, sé qué nivel es ese, porque he tenido parientes que la necesitan, le dije al doctor yo no pienso ponerme insulina deme una oportunidad de tres meses y hagamos el examen de nuevo y sino bajo empiezo con la insulina”.
Óscar retó a los médicos de la UNEME de León, una de la clínica de atención de enfermedades crónicas que tiene la Secretaría de Salud.
Tres meses después sus niveles de hemoglobina bajó a 8 puntos porcentuales, y logró todavía bajar de peso controlado, punto importante para no tener complicaciones.
“Me dijeron que podría bajar a 5 puntos en eso estoy he han aplaudido de una manera que me dijo el médico, veniste a retarme y ojalá todos los que tienen diabetes llegarán a lo que tú hiciste, ese es un nivel en donde no te va pasar nada”.