Guanajuato, Gto., a 25 de noviembre de 2021.- En memoria a la vida y obra del compositor Mario Lavista (1943-2021), fallecido el 4 de noviembre y considerado uno de los más importantes creadores musicales del país, un grupo de destacados músicos guanajuatenses se reunieron este lunes en el Museo Palacio de los Poderes para rendirle homenaje.
“Luz sonora. Una remembranza de Mario Lavista” fue el nombre de la tertulia preparada por el Instituto Estatal de la Cultura de la mano de los flautistas Baltazar Díaz, Laura Gracia y Cuauhtémoc Trejo; así como de los pianistas Ana Cervantes, Javier Compeán, Iván Figueroa y Rodolfo Ponce Montero.
Previo a las intervenciones musicales de todos ellos, gracias a las que se compartió un ramillete con nueve de las composiciones del homenajeado, ofrecieron sus palabras el compositor Francisco García Ledesma y la directora del Instituto Estatal de la Cultura, Adriana Camarena de Obeso, representada por Adalberto Tovar.
El mensaje leído por Tovar afirmó: “Cualquier cantidad y calidad de palabras resulta insuficiente para referirnos al arte del maestro Lavista. Afortunadamente tenemos su música, que nos habla con cercanía a las profundidades del alma. Con su claridad sonora, el mensaje es diáfano; con su maestría técnica, el gozo es constante y con su honestidad estética, la fascinación que sentimos como escuchas resulta ineludible”.
En su intervención, García Ledesma resaltó las distintas esferas profesionales de Mario Lavista, no sólo como compositor, sino también como maestro y como activo promotor de la música contemporánea a través de la revista especializada Pauta. Cuadernos de teoría y crítica musical, que fundó en 1982.
García Ledesma citó el discurso de José Emilio Pacheco ofreció en el ingreso del compositor al Colegio Nacional: “No es un elogio·de circunstancia, sino un acto de justicia decir que, sin el talento, la presencia, la actividad continua de Mario Lavista, la música mexicana no sería lo que es, lo que ha llegado a ser a pesar de todos los obstáculos”.
Introspección, aire nocturno y a veces misterioso, atmósferas vaporosas y brumas acogedoras, afloran en la obra musical de Mario Lavista, que fue recreada en las obras para piccolo y flauta solas: “El Pífano (Retrato de Édouard Manet) y “Canto del alba”, interpretadas por Baltazar Díaz y Laura Elena Gracia, respectivamente.
Cuauhtémoc Trejo hizo mancuerna, primero con Ana Cervantes y luego con Iván Figueroa, para ofrecer un par de partituras para dúo de flauta y piano: “Elegía a la memoria de Nacho” y “Danza de las bailarinas de Degas”.
Finalmente, por el lado de los pianistas, recrearon obras de Lavista: Rodolfo Ponce Montero, con los “Acrósticos nocturnos” y “Nocturno en Mi bemol mayor”; Javier Compeán, con “V” de los Cinco preludios para piano y Ana Cervantes, con “Mujer pintado en cuarto azul”, obra dedicada a Joy Laville.
Mario Lavista nació el 3 de abril de 1943 en la Ciudad de México. Entre sus mentores se encuentran nombres también altamente reconocidos como Carlos Chávez y Héctor Quintanar, con quienes estudio composición en el Conservatorio Nacional de Música.
Logró un fructífero crecimiento musical fuera del país cuando en año de 1967 obtuvo una beca para estudiar en la Schola Cantorum con Jean- Étienne Marie, gracias al apoyo del gobierno francés. También participó en cursos internacionales de Música en Darmstadt, Alemania.
Definido por especialistas como “un músico completo”, Mario Lavista también participó en la edición de las publicaciones editoriales como la revista Pauta: cuadernos de teoría y crítica musical. Entre sus reconocimientos se destaca el recibir la Medalla Mozart en 1991, la distinción de Creador Emérito por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), y la Medalla Conmemorativa del Palacio de Bellas Artes en 2006.
Su talento le abrió puertas en otros rubros de la música para instrumento solo, así como de música vocal, de cámara, orquesta su única ópera, “Aura”; así como incursionar en el séptimo arte con las composiciones de películas como “Cabeza de vaca”, “Vivir mata” y “Ecos de la montaña”.