Guanajuato, Gto. 23 de septiembre del 2019.- Guanajuato cuenta con 15 Establecimientos de Atención Médica (EAM) certificadosde los cuales 3 están a cargo de la Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG).
Estos son el Hospital General Silao, Hospital Materno Infantil Irapuato y la Unidad Médica de Atención Primaria a la Salud (UMAPS) Corralejo de Hidalgo.
Además, los hospitales Especialidades Pediátrico León y Hospital Materno Celaya han trabajado en la implementación del Modelo de Seguridad del Paciente.
Y 2 unidades más de segundo nivel de atención, los cuales son la UMAPS de Pueblo Nuevo y el Centro de Salud con Servicios Ampliados (CESSA) Cuerámaro.
Es de esta manera como Guanajuato se sujeta en sus hospitales con las estrategias de seguridad que marcan el Consejo de Salubridad General.
Cada año en el mundo se producen 134 millones de incidentesrelacionados a la atención, 2.6 millones resultan mortales, 4 de cada 10 pacientes sufren daño en la atención primaria y ambulatoria.
7 a 10%de los pacientes hospitalizados contraerán una infección asociada a la atención sanitaria (IAAS).
Cada año mueren más de 1 millónde pacientes por complicaciones quirúrgicas a nivel mundial.
Ante este panorama la Seguridad del Paciente es “la disminución de la probabilidad de daño al paciente durante el proceso de atención, mediante la implementación de barreras de seguridad”.
Dentro de este trabajo de modelo se supervisa la verificación de competencias y evaluación del desempeño del personal, la prescripción segura de medicamentos LASA y de alto riesgo, los planes de actuación ante contingencias, programas integrales de higiene de manos.
Es por eso que en Guanajuato se implementa un Sistema de Notificación de Incidentes Relacionados a la Seguridad del Paciente y una Evaluación de la Cultura de Seguridad del Paciente.
Guanajuato se suma a la estrategia de cero muertes prevenibles con acciones como cultura de seguridad, reanimación óptima, salud mental.
La seguridad del paciente es un objetivo de las ciencias de la salud que enfatiza en el registro, análisis y prevención de los fallos de la atención prestada por los servicios sanitarios, que con frecuencia son causas de eventos adversos.
La práctica sanitaria conlleva riesgos para los pacientes y los profesionales que les atienden.
Conforme las técnicas diagnósticas y terapéuticas se vuelven más sofisticadas estos riesgos, como es previsible, aumentan.