Valle de Santiago, Gto., a 31 de agosto del 2019.- El Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (INAEBA), entregó 31 certificados digitales con validez oficial de primaria y de secundaria, a trabajadores de una empresa dedicada a la fabricación de arneses y conexiones en su planta Bajío.
Dicha empresa, proveedora del sector automotriz, electrodoméstico y de la aviación, es pionera de la industria de la maquila en sur del estado por ser la primera en instalarse en lo que fuera, el inicio del desarrollo industrial en Valle de Santiago. Además, abrió la posibilidad de emplear en este sector a la gente de las comunidades rurales de dicho municipio.
José Luis Furlong Flores, presidente de esta empresa con plantas en Tijuana, Valle de Santiago y director de una filial en los Estados Unidos, reconoció la estrategia del INAEBA para certificar a los trabajadores en rezago educativo.
“La actitud y la actividad INAEBA hacia los trabajadores ha sido por mucho más agresiva y más colaborativa que cualquiera que yo he escuchado”, destacó Furlong Flores, quien en entrevista, explicó que luego de 33 años con la planta en la frontera, la empresa recibió desde su corporativo en Japón, un plan de crecimiento y expansión en el 2011.
Lo anterior, aunado al desarrollo de la industria automotriz en Guanajuato, facilitó la instalación de la planta en Valle de Santiago, la cual inició operaciones en junio del 2015.
Durante una emotiva ceremonia de graduación, el presidente de arneses y conexiones se dijo convencido de la necesidad de que los trabajadores terminen su educación básica para que puedan brindar una mejor calidad de vida a sus familias y agradeció la labor del Instituto en esta labor.
“Honestamente una de las principales razones por las que abrí la planta de Guanajuato, aquí en Valle (de Santiago) fue porque me di cuenta de la necesidad de educación en la gente y ahorita ustedes (INAEBA) vienen, refrendan y confirman esa opción que tienen el trabajador de crecer y de estudiar”, aseguró.
En entrevista posterior, reconoció que si bien los empleados de la industria manufacturera en las fronteras tienen mucha experiencia por los casi 50 años de presencia de este sector, los trabajadores guanajuatenses han avanzado rápidamente en la cultura de la responsabilidad y del compromiso, pese a no contar ninguna experiencia y en muchos casos, provenir de comunidades rurales.
Ejemplo de ello es Laura Morales Castillo, de 32 años y originaria de Irapuato. Vivió hasta los 14 años en su ciudad natal y partió a Tijuana donde trabajó en diferentes maquilas, hasta que entró a trabajar como encintadora a la fábrica de arneses y conexiones.
Tras ocupar el nivel básico de operadora en la producción, Laura Morales regresó a Irapuato dada la expansión de la empresa y ahora se desempeña como jefa de línea.
Y gracias a la colaboración con el INAEBA, certificó su secundaria en su propio lugar de trabajo: “Yo tenía 4 meses en Arcosa cuando se abrió este proyecto de esta planta aquí en Bajío, el señor José Luis Furlong, ofreció regresarme a mi casa y no andar buscando lo que aquí podíamos encontrar”, dijo Laura Morales, quien ya piensa estudiar su preparatoria y buscar un mejor puesto en la empresa.
De esta manera, el INAEBA ofrece de manera permanente sus servicios gratuitos a todas las empresas interesadas en reducir el rezago educativo entre sus trabajadores a través de círculos de estudios que se ajustan a los horarios de producción en las plantas.