Recibe celayense de 17 años regalo de vida al ser receptora de trasplante de riñón.

Guanajuato, Gto. 26 de junio del 2019.- El Hospital de Especialidades Pediátrico de León desde que cuenta con la licencia de trasplantes para niños y niñas ha realizado ya 7 procedimientos de este tipo.

     6 de ellos han sido de donador fallecido y uno de donador vivo, y todos los receptores se han recuperado de manera satisfactoria. Y lo más importante es que sus vidas y la de sus familiares han cambiado.

     El secretario Daniel Díaz Martínez informó que el éxito de este tipo de trasplante da muestra de la consolidación de los esfuerzos de personal de salud que cuentan con los más altos estándares de calidad.

     Fue en agosto del año pasado que el Pediátrico de León obtuvo licencia para realizar trasplante renal y el año antepasado se otorgó la licencia para trasplante por parte de la COFEPRIS, ambas licencias son indeterminadas mientras existan los estándares de calidad.

      El secretario de salud recordó que Guanajuato tiene un recurso estatal para ofrecer con tratamiento inmunosupresor por un año para que el órgano no se rechace.

      Además, que Guanajuato es el único estado que ha legislado para que órganos que sean de menores se trasplanten en menores.

       Y si no se encuentra un pequeño compatible en este estado se busca en otra entidad, porque lo primero es priorizar a los niños en lista de espera de un trasplante para vivir.

      La insuficiencia renal impacta en la calidad de vida de un menor con dicho diagnóstico, por eso este acto de amor retoma una relevancia importante porque la receptora tiene una nueva oportunidad de vida que le permitirá desarrollarse hasta la vida adulta.

     Fue en el mes de abril cuando Indra Andrea Estrada Ariza entró al quirófano del Hospital de Especialidades Pediátrico de León. Tras ser un éxito el procedimiento de trasplante renal que tuvo, indicó que se siente sumamente feliz porque este hecho cambió por completo su vida.

     Durante este proceso siempre ha contado con el apoyo de sus familiares y de sus amigos, hecho que fue un motor para salir adelante.

     En una paciente de 17 años de edad, se considera todavía pediátrica y es atendida en el Hospital con la expectativa de ser dada de alta muy pronto.

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