Cultivar albahaca, lechugas, espinacas, kale dentro de un contendor, es posible a través de la tecnología que desarrollaron Juan Gabriel Succar y Jorge Lizardi, quienes con su empresa “Verde Compacto” han logrado exportar dicha tecnología a zonas como la Isla de Tahití.
Después de conocer las oportunidades y carencias que presentaban los productores del campo, fue que los jóvenes se dieron a la tarea de reinventar la forma de cultivar, desarrollando así un sistema de cultivo inteligente en contenedores de barco.
“Hacemos sistemas de cultivo dentro de contenedores de barco que son altamente productivos, que te permiten producir en cualquier temporada del año y en cualquier lugar del mundo. Por ejemplo, en un solo contenedor de 30 metros cuadrados puedes producir lo equivalente a media hectárea a cielo abierto durante todo el año”.
Explicaron que esto facilita la producción y el acceso a alimentos frescos en zonas que son poco accesibles para la agricultura, por lo que incubaron su idea y que hoy buscan comercializarla en México y países como Hawái, Nueva Zelanda, Canadá, Holanda e incluso a través de COFOCE buscarán llevar su sistema a Asia, Japón y los Emiratos Árabes.
Gabriel Succar relató que fue a partir del 2017, cuando participaron en una expo en Medellín, Colombia donde lograron generar alianzas comerciales con otras empresas, lo que les permitió llegar a nuevos clientes a quienes le han exportado tanto la infraestructura como la mentefactura del proyecto.
“Se siente muchísima emoción; al ver que generaste la idea, hasta ya verlo materializado. Ver la primera venta internacional que se va a un país como Tahití, es muy motivador. Saber que vas a ir allá y que hay clientes muy interesantes. Es muchísima emoción ver tu sueño concretarse”.
Agregó que cuando se emprende, a veces se dejan de lado temas como el comercio internacional y cuando no se comprende estos, suelen ser un dolor de cabeza, por lo que se acercaron a COFOCE para eficientar la parte de logística y evitar cualquier contratiempo con los clientes.
“Claro que ya tener un apoyo que te asesore y que te digan por dónde hacer las cosas y que te contacten con la gente adecuada siempre te ayuda muchísimo”.
Finalmente dijo que la idea a futuro, es lograr escalar esta tecnología a proyectos más grandes; es decir, hacerla dentro de los edificios, de bodegas en cualquier parte del mundo, pues para la mentefactura no existen fronteras.