María Elena García tiene 20 años y es integrante de un grupo de jóvenes denominados“Los Decadentes”, del Fraccionamiento Hidalgo, en León. Gracias a la intervención en su banda del Programa Lobodel Instituto Municipal de la Juventud y del Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (INAEBA) recibió su certificado de secundaria con una calificación de8.9.
Luego de que fuera expulsada de la secundaria, comenzó a trabajar en un taller de zapato y ahora, es encargada del área de pieles en una fábrica. Su mamá, que tiene discapacidad auditiva, la acompañó a recibir su certificado. Junto a ella, la joven narra su vivencia con las drogas.
“Probé de todo y nada más me dejó puros problemas en mi casa, peleas en el trabajo, una vez me encontraron drogándome y me corrieron”, recordó María Elena.
Tras recibir la oportunidad de terminar su educación básica, ya tiene un proyecto de vida: está decidida a seguir estudiando para encontrar un mejor trabajo y apoyar aún más a su mamá.
“Pienso meterme a la prepa, quiero estudiar criminología. (Yo les diría a otras chavas banda) que no se lo hagan más difícil, si miran una oportunidad de salir, salgan adelante, porque siempre hay algo, no se ve, pero sí lo hay: una esperanza”, dijo María Elena al momento que sostenía su certificado y abrazaba a su mamá, quien a pesar de no escuchar lo que decía su hija, vio en ella la fuerza de salir adelante.
Miguel Ángel Ramírez de 31 años, es otro ejemplo de superación. Luego de una vida de abuso de sustancias y problemas en el hogar, actualmente su familia está orgullosa de él ya que tiene su propio negocio y se ha vuelto un padre protector.
“Me juntaba con los Ojos Rojos de Las Hilamas. Ya no me junto con ellos, ahorita quiero superarme, incluso la panadería es mía. Tengo dos hijos, una niña de 5 años y el niño de 10 años. Mis hijos fueron mi fuerte. Consumía (drogas) y me estaba haciendo daño yo y a la familia también”, aceptó Miguel, quien no pudo terminar su educación básica por problemas económicos.
Decidió migrar a los Estados Unidos donde trabajó lavando platos. De regreso a México, emprendió su negocio y pudo certificar sus estudios a través de un examen de conocimientos con el INAEBA. Con gran alegría, mira su certificado digital de secundaria con una calificación de 9.2.
“(En Estados Unidos) nada más pensaba en mis hijos. Lo que quería era regresarme pero con algo para un porvenir, para traer algo para superarme, y regreséy a puro trabajar, incluso los fines de semana saco a pasear a mis hijos, antes no lo hacía, andaba mal yo. Ahorita ya están orgullosos de mí, ando bien. Mi esposa me apoya,también trabaja en la panadería”.
De esta manera, el INAEBA en coordinación con el Programa Lobo, atiende a jóvenes y adultos que integran bandas y que se encuentran en situación de vulnerabilidad por falta de oportunidades al no contar con educación básica, o en riesgo social por vivir en sectores violentoso donde se viven situaciones de criminalidad.
El objetivo es que a través de la educación, puedan contar con un proyecto de vida que les permita encontrar mejores oportunidades de empleo y de inclusión social.
En lo que va del año, el INAEBA ha entregado 233 certificados de primaria y secundaria con validez oficial a beneficiarios del Programa Lobo y se espera que durante todo el mes de diciembre, más jóvenes reciban a través de este documento, la oportunidad de mejorar su calidad de vida.