Esaúl Picón, un campeón muy especial
Literal, es un campeón muy especial. Con la característica de la alegría a flor de piel, Esaúl Picón, atleta de la delegación de Guanajuato, realiza con cariño y mucha entrega, todo lo que hace en su disciplina deportiva que es el atletismo. Es por eso que su disciplina y amor por su pasión llamada deporte lo mantienen hoy como doble medallista de oro y campeón nacional de la Paralimpiada 2016.
Esaúl llegó a la Paralimpiada Nacional con un claro objetivo: ganar dos medallas y lo consiguió, cumplió su deseo. Un sueño por el que trabajó todo un año para superar la medalla de plata del 2015 y regresar a su estado como campeón nacional en dos pruebas: disco y bala.
Hijo de padres con discapacidad a causa de la polio, y también deportistas, el atleta con síndrome de down ha visto en sus padres el fiel reflejo de disfrutar de la vida sin limitantes. Los 20 años de experiencia de sus padres como lanzadores de bala y verlos subir al podium, han sido un empuje de motivación para Esaúl quien disfruta al máximo cuando sale al campo a dar lo mejor en cada una de sus pruebas.
Eso ocurrió en Acapulco donde se coronó como doble medallista sin importar nada, sin barreras y sin obstáculos. Aunque expresa mucho y habla poco; es la mamá de Esaúl, Leticia Ávalos López, quien nos platica la experiencia de ver ahora a su hijo subir al podium.
“Él es feliz compitiendo, se siente muy contento. Llegó a Acapulco convencido de ganar las dos medallas y lo logró a base de trabajo, esfuerzo y mucho cariño que le ha puesto a todo. Nosotros queremos que haga lo que a él le gusta y se siente muy contento cuando recibe sus medallas”.
La mamá de Esaúl nos platica que lo apoyan en todo para dedicarse por ahora totalmente al deporte, con esfuerzos de toda la familia y con la beca que recibe, le puede dar a Esaúl sus gustos para comprar desde un par de tenis hasta apoyarlo con los traslados para que pueda llegar a sus entrenamientos.
“Vivimos del otro lado de la ciudad y aunque sea poco, es algo que aprovechamos para que él pueda entrenar porque es lo que le gusta. Él está dedicado al deporte y nosotros estamos de acuerdo porque aunque no estudia por el momento, sabe leer, escribir, sumar y restar y eso lo repasamos siempre con él”.
Integrantes de una familia pequeña, la mamá de Esaúl nos transmite que para ellos no existen impedimentos y pese a usar un bastón y su esposo estar en una silla de ruedas no son elementos suficientes para no lograr metas cuando se desean.
A punto de cumplir 15 años, Esaúl, demostró tener una gran pasión y ser por herencia no sólo atleta de condición y convicción, sino un gran campeón e hijo de padres triunfadores en la vida y en el deporte.