Cinco de los 111 Pueblos Mágicos de México, están en Guanajuato.
Dolores Hidalgo CIN, Mineral de Pozos, Salvatierra, Jalpa de Cánovas y Yuriria, son los
5 destinos donde la magia y tradición enaltecen nuestras raíces.
Silao, Gto. 28 de marzo de 2016.- Guanajuato el Destino Cultural de México ofrece un sinfín de
lugares atractivos al turista y visitante, como los Pueblos Mágicos donde la esencia de la riqueza
de estos espacios es la tradición y costumbres de quienes ahí habitan.
Guanajuato es un Estado donde confluye la historia y la cultura de México y está ubicado en el
corazón del país, aquí el tiempo se detuvo para poder admirar la historia y sentir la atmósfera
que predomina en nuestros cinco Pueblos Mágicos, de los 111 que hay en nuestro país.
Comenzamos en Dolores Hidalgo, Cuna de la Independencia Nacional, que está enclavado en
un valle al final de la Sierra de Guanajuato, ahí donde la madrugada del 16 de septiembre de
1810 explotó la sed de justicia y lucha por la libertad nacional a la guía de don Miguel Hidalgo y
Costilla.
Ahí nació también el hijo del pueblo, José Alfredo Jiménez, fiel compositor mexicano que ha
dejado un legado musical al mundo; se puede visitar su casa-museo y la tumba donde reposan
sus restos.
Pero la magia de Dolores está en sus costumbres, en su artesanía de alfarería y cerámica
tradicional y mayólica; o en su gastronomía que deja buen sabor de boca a los comensales que
acuden al mercado municipal o a los restaurantes de la ciudad, donde las recetas natas crean
platillos únicos, como las exquisitas nieves de garambullo, cerveza, camarón, queso, nopal,
aguacate, mantecado, mole, pétalos de rosa, chicharrón o la tradicional borrachita de tequila.
El encanto sigue en Mineral de Pozos, a sólo 10 minutos de San Luis de la Paz, ha recibido la
distinción de Pueblo Mágico por su rico y próspero pasado, ya que durante los siglos XVII y XVIII
fue uno de los pueblos mineros más importantes de México.
Desde la época virreinal y hasta antes de la Revolución, éste fue uno de los pueblos mineros
más ricos e importantes de México y llegó a tener más de 80 mil habitantes; al disminuir la
bonanza minera, después de la Revolución, quedó apenas con 4 mil habitantes y poco a poco
fue perdiendo volumen de residentes hasta quedar en un pueblo casi fantasma que hoy ofrece
absoluta tranquilidad para reposar, respirar y relajarse.
Se pueden visitar o recorrer plazas, calles, templos, cascos de minas y la tradicional Escuela
Modelo.
Salvatierra, primera demarcación del estado de Guanajuato a la que se le otorgó el título de
ciudad en 1644; Salvatierra fue un importante centro religioso y cultural de la época virreinal,
esta ciudad era utilizada como centro de vegetación del Valle de Huatzindeo.
Con su asentamiento las congregaciones de Las Carmelitas descalzas, las Capuchinas y los
Franciscanos, construyeron templos y conventos en la traza urbana de la ciudad.
Caminar por Salvatierra es adentrarse en la historia de Guanajuato, donde la magia es
perceptible a cada paso cuando se visita la plaza de Armas, templos, conventos o espacios
donde la historia hizo mella para recordarlos.
Jalpa de Cánovas, otro asentamiento Chichimeca, conformado por una antigua hacienda y un
pintoresco pueblo que en sus tiempos de riqueza contaba con sistemas de ingeniería en presas
y canales; sus avances convirtieron el lugar en una zona de gran producción de granos y
ganado, los vestigios de la época dorada se pueden observar en el casco de la Hacienda y sus
templos.
Compartir la tranquilidad de los paisajes, convivir con los habitantes del pueblo, conocer sus
costumbres y festejar con ellos las fiestas patronales, conllevan a vivir una experiencia única de
un auténtico pueblo mexicano en Guanajuato, donde vale la pena saborear los tradicionales
dulces de membrillo o adquirir una máscara de madera policromada.
Yuriria, San Pablo Yuririhapúndaro fue fundado en 1540 y en purépecha significa lugar del lago
de sangre; el Pueblo Mágico de Yuriria destaca por su laguna, su lago-cráter, y al igual que
Salvatierra por las diferentes órdenes religiosas que llegaron a evangelizar la región.
Rodeado de paisajes naturales, el pueblo es una mezcla de costumbres indígenas y modernas,
que incitan a admirar la arquitectura colonial de sus templos y convento como fuentes de
evangelización en Guanajuato.
Ir a Yuriria es reencontrarse con nuestras raíces, es el lugar ideal para dejar atrás la vida
apresurada de la ciudad, es saborear los platillos locales con pescado como ingrediente
principal, es adquirir artesanías tejidas con fibras de tule o rafia, además de cestería, entre
muchas cosas más que sólo este lugar te puede dar.
Visitar los Pueblos Mágicos de Guanajuato es para enamorarse, consolidándonos como el
Destino Cultural de México.